- Área: 430 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Aitor Estévez
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Proveedores: Porcelanosa Grupo, BI Bilbao Interiorismo, Cortizo, Dica, TAO Iluminación
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa Omagoieaskoa (oficialmente casa Goizko) se ubica en el corazón del Valle de Oma, dentro de la Reserva de la biosfera Urdaibai (Busturialdea, España). Se trata de un caserío de más de 150 años catalogada como patrimonio histórico del patronato de Urdaibai, formada por muros de carga de piedra y por una estructura de madera de roble de la época. Los caseríos (en idioma vasco, Baserris) son edificaciones típicas de la cultura rural del País Vasco que con el tiempo, y gracias a su valor histórico, se han convertido en uno de los principales símbolos locales. Solían albergar familias numerosas humildes que principalmente se dedicaban a la agricultura y a la ganadería. Hoy en día muchos baserris se han convertido en un reclamo turístico o son reformados por sus propietarios para adaptarse a los nuevos estándares de confort.
En su conjunto, el caserío tiene 750 m2 que se reparten en tres plantas. La intervención solamente contempla la reforma de la mitad suroeste del caserío.
El proyecto apuesta por trabajar un gran espacio de día, eliminando parte del forjado de la planta primera y obteniendo como resultado un salón principal a doble altura. Este espacio se conecta al exterior gracias a la abertura de un nuevo vano de 3,20 x 4,30 metros en la fachada, rompiendo con la tradicional escasa relación del interior y el exterior de los caseríos, ya que los muros de carga perimetrales eran pieles prácticamente herméticas con pocas perforaciones. En el balcón de la doble altura se sitúa un segundo salón, más protegido y de dimensiones inferiores, para un uso más íntimo. Todos los espacios se conectan con una nueva escalera de ebanistería que recorre las distintas estancias.
Se ha realizado una restauración integral de la estructura: los elementos más deteriorados se han reemplazado por otros de madera autóctona de la época que estaban almacenados en el caserío. El resto de elementos se han limpiado mediante un chorreo de arena de sílice en seco, después se han lijado y por último se les ha aplicado un tratamiento antixilófago. El resto de elementos nuevos están hechos de madera de roble y de pino de origen local.
Todos los acabados están hechos con materiales claros para respetar el carácter propio de los elementos originales, principalmente de madera y piedra.